El amor de mi vida
Sé que no somos una mitad, un algo incompleto, sino todo lo contrario. No creo en eso de "mi media naranja" en el mismo sentido que todos, supongo. Pienso que somos un todo, que llevamos con nosotros tantas cosas que, al juntarlas, nos hacen ser lo que somos. Desde el color de nuestros ojos, hasta nuestra canción o comida favorita; y hasta quiénes son nuestros viejos, o cómo se llama la calle en donde vivimos. Todo eso, sumado, es lo que somos, lo que tenemos detrás de nuestra mirada, de nuestro nombre y apellido.
Pero si bien no somos algo que necesita ser completo por otro alguien, creo que sí tenemos en algún lugar del planeta, eso que todos llaman "el amor de tu vida". Es un término quizás 'quemado' por decirlo de alguna forma, que ya hasta lo usan tan seguido que para algunos perdió su significado real; o en realidad no saben lo que significa, o la entienden de otra forma, no sé.
A mi entender, ese "amor de tu vida" es aquel que no te completa, pero sí, te suma; sería algo así como juntar dos colores totalmente formados, con nombre y todo, y mezclarlos hasta que formen uno nuevo, con proporciones de cada uno de ellos tan exactas, que hacen que este color nuevo sea único e irrepetible. Tan único e irrepetible que, aunque quieras volver a formarlo con un pomo de pintura nuevo y recién comprado, no vas a conseguir el mismo resultado, porque sólo podés hacerlo una vez en tu vida.
Algunos tienen la suerte de conocer a esa persona, y caminar de la mano mientras arman proyectos juntos, uno a la par del otro. Comparten sus vidas de una forma hermosa, crean, construyen y forman una gama de colores nuevos que todos quieren tener; colores que, al verlos, te dan ganas de tenerlo, de que también te pase a vos.
Otros saben bien quién es ese alguien, lo conocen, hasta capaz que lo ven todos los días pero, sin embargo, lo sienten a kilómetros de distancia, como si un océano entero los separara. Son esos que se quieren de una forma tan sincera, que el universo decide que nunca se van a cruzar, para que se sigan amando; quiere que peleen por tenerse, aunque de una forma u otra, eso sea imposible. El mundo decide tenerlos lejos, porque juntos podrían conquistar todo; podrían conseguir todo lo que quisieran, y 'todo no se puede tener', dicen.
Viven en países distintos, o se encontraron en el momento equivocado, o simplemente hay fuerzas más fuertes que lo impiden; pero ellos saben todo lo que se aman. A veces hasta creen amar a alguien más, o consiguen realmente querer a alguien que sí pueden tener, porque es más fácil que luchar por eso que tanto quieren; y son felices a su modo, y hasta puede durar eso toda su vida. Pero cada noche, en cada momento de debilidad, vuelve ese pensamiento. Vuelve la cara de esa persona que hace que tu corazón se acelere como nunca; vuelve su mirada a tu cabeza, y se te escapa la sonrisa más sincera; vuelve su pelo, su piel, sus manos... porque lo/a querés tanto, que sabés de memoria cada detalle de su cuerpo. Y no sólo lo externo, obvio, también al escuchar su banda favorita, o el día de su cumpleaños, mirás al cielo, y sonreís.
Yo creo ser de este segundo grupo, y sé que cada día de mi vida, por más personas que me cruce en el camino, te voy a dedicar una sonrisa, no importa dónde o con quién esté (y no importa dónde ni con quién estés vos, tampoco).
Me tranquiliza saber que sentimos lo mismo; solamente espero que un día nos a(ni)memos
Pero si bien no somos algo que necesita ser completo por otro alguien, creo que sí tenemos en algún lugar del planeta, eso que todos llaman "el amor de tu vida". Es un término quizás 'quemado' por decirlo de alguna forma, que ya hasta lo usan tan seguido que para algunos perdió su significado real; o en realidad no saben lo que significa, o la entienden de otra forma, no sé.
A mi entender, ese "amor de tu vida" es aquel que no te completa, pero sí, te suma; sería algo así como juntar dos colores totalmente formados, con nombre y todo, y mezclarlos hasta que formen uno nuevo, con proporciones de cada uno de ellos tan exactas, que hacen que este color nuevo sea único e irrepetible. Tan único e irrepetible que, aunque quieras volver a formarlo con un pomo de pintura nuevo y recién comprado, no vas a conseguir el mismo resultado, porque sólo podés hacerlo una vez en tu vida.
Algunos tienen la suerte de conocer a esa persona, y caminar de la mano mientras arman proyectos juntos, uno a la par del otro. Comparten sus vidas de una forma hermosa, crean, construyen y forman una gama de colores nuevos que todos quieren tener; colores que, al verlos, te dan ganas de tenerlo, de que también te pase a vos.
Otros saben bien quién es ese alguien, lo conocen, hasta capaz que lo ven todos los días pero, sin embargo, lo sienten a kilómetros de distancia, como si un océano entero los separara. Son esos que se quieren de una forma tan sincera, que el universo decide que nunca se van a cruzar, para que se sigan amando; quiere que peleen por tenerse, aunque de una forma u otra, eso sea imposible. El mundo decide tenerlos lejos, porque juntos podrían conquistar todo; podrían conseguir todo lo que quisieran, y 'todo no se puede tener', dicen.
Viven en países distintos, o se encontraron en el momento equivocado, o simplemente hay fuerzas más fuertes que lo impiden; pero ellos saben todo lo que se aman. A veces hasta creen amar a alguien más, o consiguen realmente querer a alguien que sí pueden tener, porque es más fácil que luchar por eso que tanto quieren; y son felices a su modo, y hasta puede durar eso toda su vida. Pero cada noche, en cada momento de debilidad, vuelve ese pensamiento. Vuelve la cara de esa persona que hace que tu corazón se acelere como nunca; vuelve su mirada a tu cabeza, y se te escapa la sonrisa más sincera; vuelve su pelo, su piel, sus manos... porque lo/a querés tanto, que sabés de memoria cada detalle de su cuerpo. Y no sólo lo externo, obvio, también al escuchar su banda favorita, o el día de su cumpleaños, mirás al cielo, y sonreís.
Yo creo ser de este segundo grupo, y sé que cada día de mi vida, por más personas que me cruce en el camino, te voy a dedicar una sonrisa, no importa dónde o con quién esté (y no importa dónde ni con quién estés vos, tampoco).
Me tranquiliza saber que sentimos lo mismo; solamente espero que un día nos a(ni)memos
Comentarios
Publicar un comentario