Muchas veces a lo largo de mi vida, dije que quería que se separen. Pero no así; no de verdad. Creo que nunca tuve noción de que eso podía pasarnos a nosotros, pensé que iba a ser así para siempre. Aunque el proceso empezó hace casi seis meses atrás, exactamente hoy, adelante del abogado, hablando de divisiones de bienes, regímenes de visita, jueces y firmar papeles, fue ahí cuando me cayó la ficha de verdad. Entendí que ya no se puede volver atrás, que a partir de acá, todo cambia, más que nunca. Ya no somos más la familia que éramos, ya no tengo padres que viven juntos, ya no va a haber más navidades de mesas largas con ambas familias en casa. Y esta casa ya no es más 'nuestra casa', porque mi viejo ahora dice que es MI casa, 'su casa'... ahora él tiene otra vida, en la que ya no juego (jugamos) un papel protagónico, sino casi secundario. Porque vernos una vez a la semana por dos horas no son nada, a comparación de todo lo que compartíamos antes acá, juntos. ...
Entradas
Mostrando entradas de agosto 6, 2014