Vómito de pensamientos

Por momentos me saca mil sonrisas, como si nunca hubiera pasado nada; nos besamos como si siempre hubiese sido igual. 
Pero otras veces (muchas otras veces) no puedo pensar en otra cosa que no sea en el dolor que me causó esa charla; ese mensaje en su celular; la foto de ella, que supuestamente estaba en el pasado, como todo lo demás.
O quizás lo que más dolió fue que lo negara. Que me negara en la cara algo que yo ya sabía (y que él no sabía que sabía, jaja). ¿Tengo que seguir confiando? ¿Tengo que tirar un año y medio a la basura? ¿Me contó realmente todo, o hay cosas que sigo sin saber?

Estas son las cosas que te dejan titubeando; que te hacen perderte en el laberinto de la vida, y te endurecen el corazón un poco más.
¿Será que cada persona deja literalmente hablando, una marca en el corazón, una marca de esas que duelen, y que nunca se van del todo? ¿Será que se aprende solamente a los golpes?
Sé que nadie encuentra su camino sin haberse perdido antes varias veces, sin haber recibido las decepciones necesarias para valorar lo bueno que viene después (porque siempre lo que viene, es mejor).

Y este texto no tiene final ni cierre. Es un vómito de pensamientos que hacen que me sienta un poco aliviada; es una de las tantas formas de sacar de adentro lo que me está anudando la garganta; una de mis tantas formas de gritar sin haer ruido.
Y no tiene final, porque nuestra historia, por ahora, tampoco lo tiene. No sé cómo sigue, y no sé si quiero darle un final (tanto ak texto como a la relación).
El tiempo dirá...

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