Perdida
Ella no se encuentra, está perdida en un laberinto de lágrimas infinitas. Siente un nudo adentro suyo, que duele más que todo, justo en el pecho. Le queda solamente su orgullo y ese lejano murmullo de que va a estar mejor. Ella se siente muy sola, rodeada de gente que no la acompaña, mucho menos la entiende. Aunque todos creen comprenderla, ella llora cada noche, nadie se ofrece a recomponerla, juntar las partes rotas que nadie vió caer. Es ella contra el mundo, ella debe poder lograr hacer un cambio tan rotundo que devuelva todo a su lugar. Y hoy decice emprender esa ardua tarea suya, aunque sola lo tenga que hacer, podrá terminar esta lucha.