Un amigo es un hogar
Conocés tanto tu casa, que sin necesidad de estar mirando, sabés qué puerta se abrió, por el sonido que hace. Sabés qué botón tocar para prender la luz, aunque esté todo apagado. Podés darte cuenta quién viene caminando solamente por la forma en que pisa en el silencio de la noche.
Cada cuarto tiene su olor, cada persona también. Sabés claramente cómo hacer para que esas cosas que no andan muy bien o están rotas, funcionen. Entendés cada detalle y lo conocés de memoria, y por eso es tu casa.
Lo mismo pasa, creo, con los amigos. Uno sabe cuándo un amigo de verdad está triste; no necesita decir nada, con mirarlo a los ojos alcanza y sobra. Distinguís su enojo solamente porque te contestó medio cortante un mensaje, queriendo hacer de cuenta que está todo bien. Con una mirada alcanza para entender ambos el chiste y reírse juntos; o también sirven para odiar al mismo tiempo a la actual de tu ex cuando pasa adelante tuyo en un boliche. Sin hablarse, ya entienden todo.
La casa como los amigos son una parte de nosotros; ellos nos pertenecen, y nosotros a ellos.
Tus amigos te hacen sentir igual de cómodo que en casa, no importa dónde estén en realidad ; tampoco importa si los tenés a kilómetros de distancia, una llamada o un mensaje, y listo. Los amigos son nuestra casa, esa que no está fija en una calle con una numeración, sino que te acompaña a los lugares y los momentos donde tu otra casa no puede ir.
Quizás tengas que mudarte, quizás pierdas a un amigo por el camino, pero aunque no los veas, están siempre presentes adentro tuyo, en tu corazón, con todas las marcas que dejaron en vos por una u otra cosa.
Sean cinco, diez, tres o uno solo, los amigos te hacen sentir en casa, te dan seguridad, y el mismo amor que sentís con tu familia en ese lugar que tanto conocés. Sea chica, enorme, vieja o recién construída, tu casa te da abrigo en todo momento.
No pensemos en lo que le falta, en la pared que hay que volver a pintar, en la lámpara que quiero cambiar, en esa salida que te canceló tu amiga por ir a ver a su novio. Exprimamos cada momento con ellos, disfrutemos que los tenemos y hagamos que cada momento, mañana sea un recuerdo que te saque mil sonrisas.
Cada cuarto tiene su olor, cada persona también. Sabés claramente cómo hacer para que esas cosas que no andan muy bien o están rotas, funcionen. Entendés cada detalle y lo conocés de memoria, y por eso es tu casa.
Lo mismo pasa, creo, con los amigos. Uno sabe cuándo un amigo de verdad está triste; no necesita decir nada, con mirarlo a los ojos alcanza y sobra. Distinguís su enojo solamente porque te contestó medio cortante un mensaje, queriendo hacer de cuenta que está todo bien. Con una mirada alcanza para entender ambos el chiste y reírse juntos; o también sirven para odiar al mismo tiempo a la actual de tu ex cuando pasa adelante tuyo en un boliche. Sin hablarse, ya entienden todo.
La casa como los amigos son una parte de nosotros; ellos nos pertenecen, y nosotros a ellos.
Tus amigos te hacen sentir igual de cómodo que en casa, no importa dónde estén en realidad ; tampoco importa si los tenés a kilómetros de distancia, una llamada o un mensaje, y listo. Los amigos son nuestra casa, esa que no está fija en una calle con una numeración, sino que te acompaña a los lugares y los momentos donde tu otra casa no puede ir.
Quizás tengas que mudarte, quizás pierdas a un amigo por el camino, pero aunque no los veas, están siempre presentes adentro tuyo, en tu corazón, con todas las marcas que dejaron en vos por una u otra cosa.
Sean cinco, diez, tres o uno solo, los amigos te hacen sentir en casa, te dan seguridad, y el mismo amor que sentís con tu familia en ese lugar que tanto conocés. Sea chica, enorme, vieja o recién construída, tu casa te da abrigo en todo momento.
No pensemos en lo que le falta, en la pared que hay que volver a pintar, en la lámpara que quiero cambiar, en esa salida que te canceló tu amiga por ir a ver a su novio. Exprimamos cada momento con ellos, disfrutemos que los tenemos y hagamos que cada momento, mañana sea un recuerdo que te saque mil sonrisas.
Comentarios
Publicar un comentario