Puzzle
Las personas somos rompecabezas; rompecabezas que siempre alguien quiere armar. Solamente hay que esperar que aparezca ese 'alguien', nos saque del estante entre los demás rompecabezas, nos limpie un poco si estamos sucios, y nos elija para siempre, para enmarcarnos en un cuadro y colgarnos en alguna pared.
A veces me siento como ese puzzle viejo que nadie quiere. Ese que tiene muchas piezas, y parece aburrido y medio imposible; que algunas partes se perdieron y ya no van a aparecer. Y está incompleto, y no se puede armar del todo. Con algunas piezas gastadas en las puntas, que no encajan con las que van al lado como antes. Entonces la imagen cuando lo 'terminás' no termina de entenderse, es medio confuso.
Pero siempre está esa persona que llega de casualidad, se le ocurre mirar en la repisa, y encuentra esa caja con ese juego y aunque esté incompleto, sucio y desgastado, lo elige. Lo arregla. Lo quiere, y lo hace suyo para toda la vida. Solamente hay que esperar.
A veces me siento como ese puzzle viejo que nadie quiere. Ese que tiene muchas piezas, y parece aburrido y medio imposible; que algunas partes se perdieron y ya no van a aparecer. Y está incompleto, y no se puede armar del todo. Con algunas piezas gastadas en las puntas, que no encajan con las que van al lado como antes. Entonces la imagen cuando lo 'terminás' no termina de entenderse, es medio confuso.
Pero siempre está esa persona que llega de casualidad, se le ocurre mirar en la repisa, y encuentra esa caja con ese juego y aunque esté incompleto, sucio y desgastado, lo elige. Lo arregla. Lo quiere, y lo hace suyo para toda la vida. Solamente hay que esperar.
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