Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2014
Te voy a abrazar muy fuerte, hasta que te rompas en miles de pedacitos. Después, voy a juntar cada parte, y te voy a volver a armar, con besos que tengo acá, en la cajita de las cosas que guardo para vos.

El amor de mi vida

Sé que no somos una mitad, un algo incompleto, sino todo lo contrario. No creo en eso de "mi media naranja" en el mismo sentido que todos, supongo. Pienso que somos un todo, que llevamos con nosotros tantas cosas que, al juntarlas, nos hacen ser lo que somos. Desde el color de nuestros ojos, hasta nuestra canción o comida favorita; y hasta quiénes son nuestros viejos, o cómo se llama la calle en donde vivimos. Todo eso, sumado, es lo que somos, lo que tenemos detrás de nuestra mirada, de nuestro nombre y apellido.  Pero si bien no somos algo que necesita ser completo por otro alguien, creo que sí tenemos en algún lugar del planeta, eso que todos llaman "el amor de tu vida".  Es un término quizás 'quemado' por decirlo de alguna forma, que ya hasta lo usan tan seguido que para algunos perdió su significado real; o en realidad no saben lo que significa, o la entienden de otra forma, no sé. A mi entender, ese "amor de tu vida" es aquel que no te com...

Perdida

Ella no se encuentra, está perdida en un laberinto de lágrimas infinitas. Siente un nudo adentro suyo,  que duele más que todo, justo en el pecho. Le queda solamente su orgullo  y ese lejano murmullo de que va a estar mejor. Ella se siente muy sola, rodeada de gente que no la acompaña, mucho menos la entiende. Aunque todos creen comprenderla, ella llora cada noche, nadie se ofrece a recomponerla, juntar las partes rotas que nadie vió caer. Es ella contra el mundo, ella debe poder lograr hacer un cambio tan rotundo que devuelva todo a su lugar. Y hoy decice emprender esa ardua tarea suya, aunque sola lo tenga que hacer, podrá terminar esta lucha.
Muchas veces a lo largo de mi vida, dije que quería que se separen. Pero no así; no de verdad. Creo que nunca tuve noción de que eso podía pasarnos a nosotros, pensé que iba a ser así para siempre.  Aunque el proceso empezó hace casi seis meses atrás, exactamente hoy, adelante del abogado, hablando de divisiones de bienes, regímenes de visita, jueces y firmar papeles, fue ahí cuando me cayó la ficha de verdad.  Entendí que ya no se puede volver atrás, que a partir de acá, todo cambia, más que nunca. Ya no somos más la familia que éramos, ya no tengo padres que viven juntos, ya no va a haber más navidades de mesas largas con ambas familias en casa.  Y esta casa ya no es más 'nuestra casa', porque mi viejo ahora dice que es MI casa, 'su casa'... ahora él tiene otra vida, en la que ya no juego (jugamos) un papel protagónico, sino casi secundario. Porque vernos una vez a la semana por dos horas no son nada, a comparación de todo lo que compartíamos antes acá, juntos.  ...