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Mostrando entradas de mayo, 2014
No importa qué somos;  importa que somos.
Bueno, yo ya me cansé de los golpes y los errores. Ahora que venga la parte copada de la vida, dale. 

Que vuelen

Ataría la tristeza, las lágrimas, el dolor de garganta cuando estoy por llorar, la soledad, el miedo a perder lo que más quiero, los no abrazos y los no besos, los "te amo" que no se sienten, el dolor de corazón que no te deja dormir ni pensar.. los ataría todos a un globo, y que se vayan volando.  Que se queden las sonrisas, que se queden las lágrimas de FELICIDAD, los abrazos que te dan amor, las orejas que están ahí aunque vos no lo pidas. Que se queden las personas que te hacen olvidar los problemas, que se quede la música que me hace feliz. Que se quede lo bueno; que lo demás se vaya volando lejos, yo quiero ser feliz.
La diferencia entre "sobrevivir" y "vivir" . Eso es lo que marca el amor .
Y bueno.. supongo que la curiosidad mató más ilusiones que gatos.

Secuelas

Apareciste de la nada, no querías nada, mucho menos algo serio; no me dabas casi nada de lo que yo esperaba, y me dabas mucho menos de lo que yo tenía para dar. Después de meses entendimos, los dos, que estábamos enamorados, y desde ahí cambió todo. Eras lo primero en lo que pensaba cuando me despertaba, y lo último que pensaba cuando me iba a dormir. Eras mi sonrisa, mis ganas de mejorar; me diste confianza, me ayudaste en todo, me levantaste y me volviste a armar el corazón . Te caíste conmigo cada vez que me golpeé, y me curaste. Cada vez que hacíamos el amor éramos dos quinceañeros que lo hacían por primera vez; me temblaban las manos, el corazón se me aceleraba, igual que a vos. Terminábamos y no podíamos separarnos por lo menos por dos horas; mi cabeza en tu pecho, fumando un cigarrillo de los que no tienen filtro, abrazados.  Compartimos sonrisas y lágrimas, peleas y gritos; te compartí mi mundo y mi historia, y vos a mí la tuya.  Y así como apareciste, te fuiste. De...
Eras mi taza de té; ahora tomo café

Habla mi corazón

Me siento perdida, como si nadie escuchara cuando grito; o mejor dicho, como si todos ignoraran mi pedido de ayuda. Trato de sostener paredes que, si fuera al revés, no me sostendrían a mi en la caída, y me golpearía muy fuerte contra el piso.  Es hablar y que nadie conteste; es como estar rodeada por miles de personas en un boliche con la música tan alta y las luces tan despampanantes que nadie me ve ni me presta atención. Y solamente me queda ir sola caminando al baño, a buscar un poco de silencio. Me miro en el espejo, ya son las 4 am, el maquillaje se corrió y el peinado se desarmó casi por completo. Los zapatos un poco sucios por pisar en cualquier lado, y ya no tengo nada de lápiz labial en la boca.  Solamente quiero volver a mi casa y acostarme a dormir. Despertarme y que sea otro día, que por fin termine la noche y el dolor de los pies por caminar tanto con ese calzado tan alto que me puse. Quiero abrir la ventana y escuchar a los pájaros que cantan otra vez; que sea ...

Trastorno obsesivo compulsivo

La primera vez que la vi, todo en mi cabeza se silenció; todos los tics, las imágenes constantes.. desaparecieron.  Cuando tienes trastorno obsesivo compulsivo, en realidad no tienes momentos callados. Inclusive en la cama, pensando "¿cerré las puertas? SI.", "¿me lavé las manos? SI",  "¿cerré la puerta? SI" .. pero, cuando la vi, la única cosa en la que pude pensar fue la curva en la horquilla de sus labios; o la pestaña en su mejilla,  la pestaña en su mejilla . Sabía que debía hablar con ella. La invité a salir (la invité a salir seis veces en treinta segundos), ella dijo que sí después de la tercera; pero ninguna de las veces que pregunté se sintió bien, así que tenía que seguir haciéndolo.  En nuestra primera cita, pasé más tiempo organizando mi comida por colores, de lo que pasé comiéndola, o hablando con ella. Pero le encantó. Le encantaba que tuviera que besarla para despedirme dieciséis veces (o veinticuatro, si era miércoles). Le encantaba que...